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Nota del editor: esta historia es la primera de una serie sobre los programas de NDI enfocados en las mujeres, que serán destacados durante el mes de marzo en honor al Día Internacional de la Mujer.
Para Debby Linares, los retos que enfrentan las mujeres transgénero en Guatemala son algo personal. Ver a sus compañeras luchar para tener acceso a servicios básicos de salud, y al experimentar discriminación por ser una mujer transgénero, Linares comprendió la importancia de no sólo promover los derechos humanos, sino también de participar activamente en el sistema político para influenciar cambios mayores.
Durante los últimos 15 años, Linares ha trabajado como defensora de los derechos humanos de lesbianas, gays, bisexuales, transgénero e intersex (LGBTI) en organizaciones enfocadas en la prevención y educación sobre el VIH/SIDA. Linares observó que la comunidad LGBTI y las organizaciones cívicas debían ser escuchadas dentro de las estructuras de poder existentes para que sus intereses pudieran avanzar. Si las mujeres transgénero, así como las lesbianas, bisexuales y las mujeres cisgénero, son electas en cargos de elección popular, los derechos de la comunidad LGBTI y de todas las mujeres serán mejor abordados.
“La mayoría de mis compañeras transgénero no tienen más que educación primaria, porque se vieron forzadas a abandonar la escuela debido al bullying. Sin educación, es muy difícil para ellas conseguir un trabajo. Incluso si tienen trabajo o tuvieron la oportunidad de estudiar, a muchas les preocupa que si entran en la política se van a convertir en el blanco de prejuicios e incluso de violencia”, explicó Linares. “Pero si no nos defendemos nosotras, nadie más lo hará”.
Fue su convicción de que la participación política es necesaria lo que llevó a Linares a NDI. Como asesora en temas relacionados a la comunidad LGBTI en un proyecto desarrollado a través del Consorcio para el Fortalecimiento de Procesos Electorales y Políticos (Consortium for Elections and Political Process Strengthening CEPPS), ella está involucrada en disminuir las barreras para la participación política de las mujeres transgénero. NDI y sus socios de CEPPS buscan derribar los obstáculos a través de una estrategia de dos partes: promoviendo el cambio institucional y cultural, y ganando una voz en la vida política.
Cambiar las prácticas institucionales y las creencias culturales toma tiempo, pero eliminar estereotipos y evidenciar los retos que enfrentan las mujeres transgénero son los primeros pasos. Linares reconoce que muchos funcionarios gubernamentales pueden no entender, e incluso no reconocer, que las mujeres transgénero tienen dificultades para acceder a los servicios públicos. En foros y cursos de formación, ella se basa en su experiencia personal y en la experiencia de los miembros de su comunidad, para compartir las realidades de su día a día. Su liderazgo está abriendo importantes espacios para el diálogo y la incidencia.
“La visibilidad es el primer paso hacia la empatía”, dijo Linares. “Solo luego de que las personas tienen conciencia y pueden entender las dificultades de una comunidad, estarán dispuestas a realizar los cambios para abordar sus necesidades”.
Tener acceso al documento personal de identificación (DPI) emitido por el gobierno es fundamental para poder participar en la vida política y cívica en Guatemala. Es necesario para votar o postularse para un cargo de elección popular, así como para acceder a los servicios básicos. Pero para las mujeres transgénero, la DPI presenta un reto único. Linares recuerda historias de mujeres transgénero a quienes les pidieron se quitaran el maquillaje antes de tomarse la foto para su DPI o que no pudieron recibir su identificación porque su identidad de género y su apariencia física no correspondía con su sexo. La tarifa que debe cancelarse para recibir el DPI puede ser también un obstáculo para personas que no tienen acceso a un empleo estable.
Linares y sus compañeras de CEPPS trabajaron con aliados dentro del Registro Nacional de Personas (RENAP), la institución del gobierno responsable de emitir los DPI, para reducir las barreras. Antes de las elecciones de 2015, los aliados de CEPPS trabajaron con RENAP para que 19 mujeres transgénero recibieran su identificación sin tener que pagar la tarifa. En coordinación con la Procuraduría de Derechos Humanos (PDH), el Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y ONUSIDA, CEPPS entrenó a 337 miembros del personal de RENAP para emitir documentos de identificación en 11 departamentos para proteger los derechos humanos de la comunidad LGBTI. También desarrollaron conceptos relacionados a diversidad sexual y de género. Luego de las sesiones, la dirección de RENAP aprobó la incorporación de contenido sobre las personas LGBTI en el Protocolo para Ayudar al Público de la institución, promoviendo la institucionalización de los derechos LGBTI en las instituciones del gobierno.
NDI también busca aumentar la participación e institucionalizar el cambio apoyando a la coalición de 15 organizaciones que está construyendo un consenso nacional en políticas públicas para defender los derechos de la comunidad LGBTI. La política, que ampliamente aborda los derechos humanos en Guatemala, está siendo coordinada por el Comité Presidencial sobre Derechos Humanos (COPREDEH). Al tener una sola voz, la coalición se asegura de que las necesidades de la comunidad LGBTI y específicamente de la comunidad transgénero, están siendo consideradas.
En Guatemala, los acuerdos de paz de 1996 señalaron el fin de 36 años de guerra civil en el país y trazaron el camino hacia la igualdad en una nación profundamente dividida. Pero para las poblaciones marginadas, los últimos 20 años únicamente han resultado en pequeñas ganancias en cuanto a estado de derecho, justicia social y reducción de la pobreza. Los continuos retos que enfrenta la increíblemente marginalizada comunidad LGBTI para ganar respeto a sus derechos humanos más básicos es un claro indicador de la necesidad de más cambios.
Linares encuentra inspiración dándole voz a quienes no la tienen, y ayudando a aumentar el respeto de los derechos humanos y la igualdad en la participación en el proceso político, no sólo para la comunidad LGBTI, sino para todas las mujeres. La lucha por la igualdad en la participación no ha terminado. Igualdad de acceso para obtener documentos de identidad es un paso fundamental para participar en la vida pública, pero como expresa Linares, es sólo un paso importante en un largo camino hacia la igualdad.
CEPPS es financiado a través de una subvención de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y une el conocimiento de tres organizaciones sin fines de lucro dedicadas al desarrollo de la democracia: la Fundación Internacional para los Sistemas Electorales (IFES), el Instituto Republicano Internacional (IRI) y el Instituto Nacional Demócrata (NDI).
Publicado 11 de marzo, 2016